martes, 2 de agosto de 2016

Lo eterno no es eterno

Yo siempre pensé que lo nuestro iba a ser eterno, nunca quise tener hijos y lo sigo sosteniendo, pero me gustaba pensar que iban a tener tus ojos marrones, tú sonrisa con los dientes todos juntitos y que iban a hablar con tu tonada cordobesa.
Pero ahora que todo se terminó, me doy cuenta que sólo fue un sueño hermoso, un deseo del inconsciente que se manifestaba de una forma maravillosa con tu sola presencia.
Me cuesta creer la naturalidad con la que puedo decir "que todo se terminó" con vos sin que me duela. Siempre creí que lo nuestro iba a transpasar cualquier frontera. Que no iba a importar que vos estuvieras en Córdoba y yo en Buenos Aires, siempre íbamos a estar juntos pese a todo, incluso las peleas y los meses sin vernos.
Pero evidentemente nuestro amor no iba a ser para siempre, lo nuestro iba a ser el amor más importante que yo pueda tener en mi vida, dicen que lo bueno dura poco y lo nuestro quizás fue eso, algo bueno que duró poco. Un secreto a voces que los dos callabamos pero que yo siempre quise gritar.
Ahora, estoy en un café, ya no es tu voz la que me habla, ya no escucho tu tonada, no son tus ojos intensos en los que siempre caía hechizada los que tienen esa mirada  pero estos ojos, que me ven ahora, en los que estoy reflejada, tienen un brillo que los tuyos ya no tenían. Son estos ojos los que ahora se llevan mi atención.
Y el dueño de esa mirada es el que ahora me tiene atrapada, el que me quiere sin importar mi pasado, ni mis locuras. El dueño de esa mirada es el que ahora me tiene encantada

miércoles, 20 de abril de 2016

A veces, el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida

 

A veces el mayor acto de amor es retroceder, dar marcha atrás,
aunque duela, dejar ir.

Nos enfrentamos al dilema tan grande de no saber qué hacer,
cuando lo que debemos,
y lo que queremos hacer, no son la misma cosa. 
Es difícil sacar las fuerzas, dejar atrás los apegos y continuar,
es difícil realmente deshacerse de la jodida pero a veces tan hermosa costumbre.
Aunque se parta el alma en dos, aunque el corazón amenace con dejar de latir, hay que seguir caminando… sin que sea a su lado.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Dormir a tu lado

Nunca voy a olvidar la primera noche que dormimos juntos. Me acuerdo que estábamos cansados pero así y todo yo me sentía feliz. Creo que lo más lindo no fue dormir con vos si no amanecer a tu lado.
No importa cuán poco hubiéramos descansado la noche anterior siempre intento despertar primera para contemplarte sin que puedas notarlo, aunque bien sé que mirarte así te despierta.
Me gusta dormir a tu lado y que me abraces aunque en la inconsciencia del sueño nos separemos. Me gusta sentirme protegida por tus brazos que me rodean mientras estoy acostada en tu pecho.
Me gusta sentir tu respiración al dormir como así también la cercanía de tu cuerpo con el mío.
Me gusta dormir a tu lado por que ese siempre será mi mejor despertar 

miércoles, 19 de agosto de 2015

Ganas de vos



Tengo ganas de vos
Todas mis ganas son de vos. Ganas de que me saques una sonrisa mientras nos miramos a los ojos. Ganas de preguntarme qué pensas mientras te tengo enfrente.
Ganas de que me agarres por la cintura y con tu mano toques mi piel.
Tengo ganas de vos
Todas mis ganas son de vos.
Ganas de quedarme sin aliento mientras te beso, de agitar mi respiración con la tuya.
Tengo ganas de tus labios en mi cuello y mis manos enredadas en tu pelo o recorriendo tu espalda como buscando algo que no saben qué. Tengo ganas de tus manos en mi espalda mientras nos besamos.
Tengo ganas de vos
Todas mis ganas son de vos.
Tengo ganas de que me frenes para sentir vergüenza de lo que provocas en mí y empezar a besarte de nuevo hasta lograr que te dejas llevar por la excitación que provocas en mí.
Tengo ganas de acostarme a al lado tuyo y quedarme abrazada a vos. Tengo ganas de tu cuerpo sobre el mío, de tu cabeza en mi pecho mientras te acaricio el pelo.
Tengo ganas de vos
Todas mis ganas son de vos.

lunes, 17 de agosto de 2015

Tsunami



Y si, de repente vino un tsunami y arrasó con todo, derrumbó ese castillo que él había construido para vos en las nubes y con él se fue todo eso que habías proyectado, esa peliculita que nos hacemos todas las minitas cuando estamos con alguien que nos gusta y nos hace bien. Si, esa en la que todo es color de rosa y el príncipe siempre está ahí para rescatarte del mal. Si, el tsunami arrasó con todo.

Te bajó de ese castillo de nubes en el que vivías desde que te diste cuenta que estabas enamorada y que a él le pasaba lo mismo. El tsunami te bajó del sueño y te hizo chocar con la realidad. Es que duele la caída cuando estás en la cresta de la ola, la misma ola que se terminó llevando todo.

Entonces empezás a ahogarte en medio del agua que trajo esa ola gigante que en realidad no sabes de donde salió pero que estaba esperándote en algún lugar.

En ese momento flotas y te ahogas al mismo tiempo, mientras estas rodeada de todo aquello que la voz de tu conciencia no calla. Mientras te dice: "deberías haber hecho esto", "por qué no le contestaste aquello cuando él te dijo lo otro", "por qué no actuase o hiciste tal cosa cuando el te lo pidió o te dijo tal otra". Y ahí empezás a maquinar con todo lo que podrías haber hecho y no hiciste, con todo lo que podrías haber dicho y callaste. Entonces mientras flotás a la deriva tras el tsunami aparece la culpa, el dolor y todo temor ante la desolación de haberlo perdido. El agua no baja y aunque el sol esté ya no brilla... y aunque yo esté acá vos ya no estás conmigo